Qué es la coraza?

coraza

 

Todo organismo, desde la sencillez de una ameba hasta la complejidad humana, genera una estructura que lo contiene y lo protege a la vez de las agresiones ambientales. Es un proceso adaptativo natural.

Pensemos por ejemplo, en nuestra piel: contiene todos nuestros tejidos, nos defiende del calor o el frío, de las radiaciones solares…

Qué pasa en las zonas donde hay mayor roce, o existe una agresión mayor? La piel se hace más gruesa, más rígida, crea más capas de tejido…

Es una metáfora que nos sirve bastante bien para entender el por qué generamos una coraza, y las funciones que cumple.

El concepto de salud y enfermedad desde la perspectiva reichiana

Como mencioné anteriormente, el organismo necesita tener mecanismos de defensa para asegurarse una vida autorregulada. En ese sentido, la coraza nos ayuda a defendernos del dolor, la angustia, la ansiedad, cuando éstos son excesivos. Estamos hablando entonces, de una coraza flexible, sana, genital, como diría Reich (con esto no se refiere a los genitales propiamente, sino a la fase genital de la evolución, que es la última que alcanzamos en un desarrollo saludable).

En cambio, si la agresión exterior es muy extrema o muy constante, la coraza se rigidizará. Perderá flexibilidad, y el individuo perderá vitalidad, ya que el gasto de energía para mantener toda esa represión es alto. Los impulsos vitales internos serán percibidos como peligrosos, ya que chocarán con esa armadura, lo cual redobla a su vez la represión, en un círculo vicioso.

Recordemos el funcionamiento energético:

La energía funciona en ondas
La energía funciona en ondas

La energía siempre intentará descargarse, pues esa es su función. Si la coraza no permite esa descarga, reprimiéndola, la energía quedará entonces enquistada, reforzando a su vez dicha represión.

Dónde se «aloja» la coraza?

El destino privilegiado en donde se asentará esa tensión crónica es el sistema muscular. Por qué? Porque los músculos son los que, alimentados por los impulsos eléctricos del sistema nervioso y la oxigenación a través del sistema respiratorio y circulatorio, permiten el  movimiento y por lo tanto, la descarga.

Esto no quiere decir que sólo los músculos se tensionen. La coraza atraviesa funcionalmente todo nuestro cuerpo: músculos, vísceras, órganos… Para cumplir con su función de moderación de impulsos, se dispone en segmentos perpendiculares al flujo vegetativo. Ampliaré sobre este concepto en un próximo artículo.

En su doble función de defendernos de la agresión exterior y moderar nuestra fuerza pulsional, la coraza patológica nos impide la entrega, el contacto y la libre expresión.Por supuesto, esto se refleja en nuestro carácter; la forma en que vivimos nuestras emociones, el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. La coraza es al mismo tiempo muscular y caracterial.

La coraza es historia y cultura solidificadas

En la coraza, se representan nuestra historia individual (cómo fuimos sostenidos, mirados, amados, o no), y la cultura en la que estamos inmersos. Por ejemplo, la coraza de una mujer europea de clase alta en la época victoriana, seguramente era muy diferente a la que pueda tener una muchacha del Africa en la época actual. Los mensajes emocionales transmitidos por nuestra crianza y la sociedad en la que estamos inmersos, se hacen cuerpo en nuestra coraza.

De esta forma, como mencioné en otro post, la coraza produce y se re-produce: Padres, maestros, y sociedad acorazados, forman y educan futuros adultos acorazados.

La única forma -que yo sepa- de cortar con esta transmisión cíclica de violencia y tensión crónicas, es apuntar a la prevención en la crianza de nuestros hijos. Asumiendo por supuesto que como adultos acorazados que somos, seguramente tendremos nuestros puntos ciegos, nuestras sombras.

Para enfrentarlos, el apoyo mutuo y la búsqueda interior conciente son las vías que nos van resultando más adecuadas.

Nos acompañamos?

 

8 Comments

  1. […] les comenté en un post anterior, la coraza es el conjunto de tensiones crónicas, que cumplen la doble función de defendernos de […]

  2. […] patrones de conducta, asociados a nuestra coraza caracterial y muscular, muchas veces nos hacen decir o hacer cosas que no deseamos. Esto sucede sobre todo cuando estamos […]

  3. […] Sabemos ya que la dinámica energética está condicionada por la coraza muscular y caracterial. Por lo tanto, el grado de acorazamiento de la mamá, y la conciencia que tenga de ello, influenciarán el desarrollo fetal. También las vivencias durante el embarazo. Si bien aún no hay una “mente” en el bebé, y por lo tanto no habrá recuerdos tal como los conocemos, el sistema nervioso registrará cambios energéticos y “recordará”, incluso, posibles traumas. […]

  4. […] otras lo disfrutan, otras lo viven con ansiedad o miedo. Con más o menos dolor, o duración. La estructura caracterial da la pauta de muchas de estas […]

  5. […] del impulso, quedará guardada, congelada en sus músculos. Esa energía estancada alimentará su coraza, transformándose en negatividad, enojo reprimido, […]

  6. […] como en todas las otras fases, los ecosistemas en que está inserta esa mamá, así como la coraza caracterial que ésta tenga. Se genera en cada caso, un entrecruzamiento de factores que hacen que cada […]

  7. […] vino el concepto de Coraza Muscular y su par caracterial. Nuestros músculos cuentan nuestra historia, a través de tensiones […]

  8. […] Llamó a su técnica “Bioenergética Suave” cuando extendió su masaje al trabajo terapéutico con adultos, ya que pudo comprobar que el trabajo sutil con la coraza muscular permite restituir el flujo energético, deshaciendo o suavizando los bloqueos que expresan la historia de traumas atravesada por la persona, como ya hemos visto. […]

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