Somos animales con cultura. Esto quiere decir, que cada individuo es el producto del entrecruzamiento único de factores biológicos, psicológicos y sociales, en función de la dinámica energética que se logre. Nuestro organismo tiende naturalmente a pulsar en forma autorregulada. Pero la injerencia de factores mayormente externos, hace que a veces haya contracción y disminución de la energía vital.
Como ya mencionamos en un post anterior, el útero es el primer ecosistema en donde nuestro hijo se desarrolla. Por lo tanto, el trabajo en prevención puede empezar ya en el embarazo, o incluso antes.
Prevención en el embarazo
Durante esta etapa, se da una interrelación única entre dos organismos, mamá y feto. Si bien luego del parto el bebé será un organismo independiente (en términos biológicos), con su propia capacidad de pulsación, durante el embarazo ambos se influencian constante e inevitablemente. Mientras está dentro del útero, el bebé es parte del organismo materno, y por lo tanto comparte el sistema energético de su mamá. La madre es quien posibilita la pulsación del feto. Pero éste no es un organismo pasivo; también modifica a su vez, el sistema energético materno. Para que se dé el desarrollo del cigoto, luego feto, generando todos los órganos, implantándose en el útero, e incluso algunos procesos que continúan siendo desconocidos, tiene que haber una carga energética importantísima en juego.
Sabemos ya que la dinámica energética está condicionada por la coraza muscular y caracterial. Por lo tanto, el grado de acorazamiento de la mamá, y la conciencia que tenga de ello, influenciarán el desarrollo fetal. También las vivencias durante el embarazo. Si bien aún no hay una «mente» en el bebé, y por lo tanto no habrá recuerdos tal como los conocemos, el sistema nervioso registrará cambios energéticos y «recordará», incluso, posibles traumas.
Qué factores influyen en la vida intrauterina?
Xavier Serrano habla de un «triángulo interaccional», en el que se basa la salud en el desarrollo del futuro bebé.
Esto implica la interacción entonces, de tres factores principales:
- el Ecosistema en que esté inserta la Madre: en qué condiciones vive? Tiene una buena relación afectivo-sexual con su compañero? Cuenta con apoyo familiar? Cómo es su situación laboral? Se alimenta bien? Está expuesta a contaminación de algún tipo?
- el Ecosistema del bebé: cómo es el útero materno? Qué capacidad de pulsación tiene? Cuán acorazado está el organismo de la mamá?
- la capacidad de pulsación del bebé: que influye en el sistema energético de la madre.
Siendo concretos, podemos influenciar más que nada en los dos primeros. Allí nos enfocaremos entonces, teniendo como meta la prevención en el sentido de respetar la autorregulación de mamá y bebé y permitir lo más posible, el desarrollo verdaderamente natural
Esto puede trabajarse a través de varias herramientas:
- el trabajo personal y conciente de los futuros padres,
- los grupos de embarazad@s,
- la consulta profesional con enfoque preventivo.
Conocés otras herramientas? Usaste alguna de ellas? Dejame un comentario! Y no olvides suscribirte al boletín de noticias!