Hoy nuevamente les voy a hablar de Porteo Ergonómico.
Ya he hablado mucho en el blog de este tema. Porque es mi pasión, porque es mi profesión, y porque siempre hay cosas para decir 😉
Si te interesa ver las bases, te recomiendo este video y este post. También este otro, en donde te cuento sobre la relación entre el porteo y el apego seguro.
Específicamente, hoy me voy a referir a un tema que siempre surge en los talleres y también en los grupos online.
Qué portabebé sirve para cada etapa de nuestro bebé?
Porteo Ergonómico. Qué y cuándo?
Recién Nacido
Cuando porteamos desde el día 1, hay varias cosas a tener en cuenta.
Nuestro bebé tiene un tono muscular determinado, y adopta una posición naturalmente (vieron que parecen «una bolita»? Bueno, eso.). Esta posición es la que debemos respetar en el portabebé.
Acá deseo hacer una aclaración importante. En este y la gran mayoría de los artículos del blog, estoy hablando de recién nacidos de término, y sin patología alguna. El porteo en prematuros o adaptado a otro tipo de necesidades especiales es perfectamente posible, pero tiene obviamente características muy específicas que no serán relatadas aquí. Para ello es mejor solicitar una asesoría personalizada.
El porteo seguro y sus condiciones son primordiales en esta etapa.
Obviamente que estas condiciones de seguridad deben respetarse siempre, pero en los Recién Nacidos aún más, porque el tono muscular no está del todo afirmado. Y algunos reflejos están en evolución. Por ejemplo, el mentón debe alejarse del pecho, porque si se deja caer la cabecita, pueden cerrarse sus vías respiratorias sin que nos demos cuenta.
Necesitamos un portabebé que sostenga punto por punto la curvatura natural de su espalda, que permita sostenerle la cabecita, que mantenga la posición «de ranita» en su pelvis y cadera. Que no tenga broches o partes duras, ya que el portabebé debe adaptarse a su cuerpo, y no al revés.
Los portabebés que cumplen con estas condiciones, son el Fular y la Bandolera.
Fular
El fular es uno de mis portabebés preferidos. Se trata de una tela larga, de medidas específicas, que permite envolver a nuestro bebé bien pegadito a nuestro cuerpo, en distintas posiciones y nudos.
Hay fulares elásticos, semielásticos y rígidos. Artesanales e industriales. Caseros o de marca. De algodón, lino, cáñamo, seda, lana… Mucha variedad que a veces puede marearnos. Pero teniendo en cuenta las características nombradas más arriba -posibilidad de ajuste, sostén, que la tela no ceda o ceda sólo lo necesario- podemos ir viendo lo que resulte más adecuado para nosotros.
Podés ver más sobre este tema acá.
Cualquiera de ellos sirve para Recién Nacido. Pero es importante saber que los elásticos y semielásticos tienen fecha de vencimiento: a partir de los 10 kilos aproximadamente, habrá que cambiar de portabebé.
Diferente es el caso de los fulares rígidos: no tienen límite de peso. Allí el límite lo pondrás vos, y tu hijo, cuando ya no quiera ser porteado 😉
Bandolera
La bandolera es mi «otro» portabebé preferido. Ok, todos me gustan 😛
Por qué es adecuada también para recién nacido? Porque, al igual que el fular, consiste en una tela, sin costuras ni preformado alguno. Tiene anillas para ajustar, pero éstas quedan lejos del cuerpo del bebé, si está bien colocada.
Por lo tanto, se adapta perfectamente al cuerpo del bebé, dando el sostén adecuado.
En este caso sólo aconsejo las de tela rígida, que son además las más comunes. En algunos países se fabrican de tela elástica, pero realmente no las recomiendo.
La bandolera además, es el portabebé más fresco, económico, y práctico. Cabe en cualquier bolso!! Ideal además para los que se asustan con los 5 metros de tela del fular.
MUCHO CUIDADO con las bandoleras comerciales, hay varias que no cumplen con estas características, no son ergonómicas ni recomendables.
A partir de los 2 o 3 meses
Alrededor de los 2 o 3 meses, el bebé ya logra el control cefálico. Es cuando los ponemos boca abajo en una mantita y levantan la cabecita sin problemas.
En esta etapa, siguen necesitando el ajuste punto por punto en toda su espaldita, cadera y pelvis. Pero ya no es necesario el sostén del cuello, excepto cuando se duermen. Así que, además del fular y la bandolera, que por supuesto siguen siendo los más adecuados, se suman el Mei Tai o la Mochila EVOLUTIVOS.
Mei Tai o Mochila Evolutivos
El Mei Tai y la Mochila entran en la clasificación de portabebés «de panel». O sea, que ya tenemos una «forma» dada con los cortes en la tela y las costuras, a diferencia del fular y la bandolera. Por ello, ya no se adaptan al cuerpo del bebé al 100%.
Pero, en el caso de los modelos EVOLUTIVOS, esto se intenta subsanar, agregándole al panel dispositivos que permiten adaptar el tamaño y forma del mismo. De esta forma, se logra un ajuste aceptable. Es una buena opción para aquellos que no se sienten cómodos con el esfuerzo de colocar el fular o bandolera.
Se fabrican a partir de telas rígidas, y es importante tomarse el tiempo necesario en ajustar lo mejor posible, sacándole el jugo a los dispositivos adaptables que tenga (broches, anillas, etc.) para no perder ergonomía. Asimismo, en el caso del Mei Tai, jugar con el ajuste de las tiras, sobre todo si el fabricante las ha hecho del ancho suficiente, puede ayudar mucho.
Justamente por tener un panel, estos portabebés tienen una fecha de vencimiento que ya no está tan influida por el peso del bebé sino por el tamaño. Esto quiere decir, que por más que la tela y costuras estén probadas de soportar hasta 18 kilos, es muy probable que antes de alcanzar ese peso, ya le quede chico. Será necesario cambiar a un portabebé de talla Toddler, o al fular o bandolera.
Cómo sabemos que le queda chico? Porque aún con el panel extendido al máximo, ya las rodillas sobresalen varios centímetros por fuera del panel, perdiendo la posición ergonómica. Y el borde superior del panel queda varios centímetros por debajo de las axilas del niño, volviéndose inseguro e incómodo.
Luego de que el bebé logra sentarse solo
Una vez que el bebé logra sentarse por sí solo, ya podemos usar cualquier portabebés ergonómico.
El hecho de lograr, desde la posición de acostado, llegar a la posición sentado, sin ayuda ni apoyos de ningún tipo, es el indicador de que ya ha logrado el control de toda la musculatura alrededor de su columna. Puede mantenerse erguido por sí mismo, y por lo tanto no es necesario darle sostén punto por punto. Sólo lograr un asiento confortable y la contención necesaria si se duerme.
Este logro depende por supuesto del ritmo de desarrollo de cada bebé. Es importante no apurarnos; si aún se tambalea cuando se sienta, es mejor esperar un poco más, seguro que serán sólo unas semanas.
En esta etapa entonces, podemos seguir usando el fular (si es elástico, ojo con el límite de peso), bandolera, mei tai o mochila evolutivos… y se suman además, la mochila o mei tai comunes, de panel fijo.
Mei Tai
Es un portabebé de origen asiático, consta de un panel fijo con 4 tiras que permiten atarlo alrededor del cuerpo del adulto. Te dejo aquí una descripción más a fondo y un relato de mi experiencia con él.
Mochila Ergonómica
La Mochila es muy similar al Mei Tai, en el sentido de que también tiene un panel fijo, pero en vez de tiras tiene un cinturón y unos tirantes acolchados, que se abrochan con cierres plásticos de seguridad. Es uno de los portabebés más prácticos -sólo dos clicks y salimos a pasear- y uno de los preferidos por los papás.
Como mencioné más arriba, tanto el Mei Tai como la Mochila tienen tallas, ya que al ser de panel fijo, no pueden adaptarse al crecimiento del bebé, como sí lo hacen el fular y la bandolera. Así que luego de los 18 meses aproximadamente -dependiendo de la complexión del niño- habrá que pasar a la talla Toddler.
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