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La prevención en la crianza como base para el cambio verdadero

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Y sí, aquí me tienen otra vez, hablando de prevención.

Es que aunque no lo quiera, cada vez que algún material nuevo cae en mis manos, o me entero de resultados de una nueva investigación… todos los caminos me llevan para allí.

Será que estoy demasiado flechada?

Si es así, disculpen. Pero al menos, siento que desde ese lugar es que puedo hacer los aportes más valiosos. Complementarios a otras visiones que seguramente también serán valiosas.

Así que hoy les voy a compartir lo que estoy reflexionando sobre cómo la PREVENCIÓN, así con mayúsculas, y bien entendida, es para mí el camino a seguir para un verdadero cambio social.

La prevención en la crianza

De qué se trata esto de prevención en la crianza?

Para hablar llanamente: ni más ni menos, se trata de intentar no transmitir a las futuras generaciones, todos los errores que cometieron con nosotros, y cuyas consecuencias cargamos en nuestros cuerpos, en nuestras almas… y también en nuestros cerebros.

Cada vez más, las neurociencias y la psicología se hermanan. Se complementan. Y se va comprobando de forma científica y sin lugar a dudas, aquello que desde el instinto muchas mamás y papás hacemos, y también que muchos psicólogos y personas cercanas al mundo de la infancia han planteado.

La crianza ecológica, o autorregulada como me gusta llamarla desde el punto de vista reichiano, es la vía para lograr ese cambio, ese salto deseado.

Durante todo el siglo XX, diferentes personas, desde diferentes ámbitos, han ido dejando sus conclusiones, a través de investigaciones científicas, observaciones, o resumiendo años y años de experiencia clínica. Reich y sus conceptos de energía, autorregulación, y coraza; Bowlby y la teoría del apego; Spitz y la depresión anaclítica de los huérfanos; Stern y sus observaciones de la interacción madre-bebé… y muchos más.

Gracias a toda esa avalancha de conocimientos generados e implicados entre sí, sabemos hoy que existe un período crítico, que incluye el embarazo y los primeros dos años de vida, en donde se construye la base de la personalidad de ese futuro adulto. La forma en que reaccionará ante los distintos tipos de vínculo, el modo en que manejará -o no- sus emociones.

En ese período, realmente breve si lo ponemos en perspectiva, se asientan los cimientos de las personas que construirán la sociedad del futuro.

Esto es cosa sólo de padres hippies?

Algunos de los grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad occidental hoy -violencia, adicciones, patologías mentales de diferentes grados- son, se sabe ya, producto de deficiencias en dicho período crítico.

Muchas veces siento cierta condescendencia, o hasta desdén incluso, cuando desde ciertos lugares ven lo que hago como mamá y como psicóloga comprometida con este tipo de crianza. Como si sólo fuera un capricho, como ponerle a mi bebé un pantalón verde en vez de celeste.

Y no puedo evitar pensar cuánto nos falta entender todavía, como integrantes de una sociedad. Vivimos en comunidad aunque pasemos la vida entre cuatro paredes y con los ojos fijos en una computadora.

Cuánto bien nos haría poder reflexionar sobre todo esto, justo ahora que, por ejemplo, en mi país se está planteando un cambio en las leyes, para poder imputar a los menores infractores.

Cuando una de las «promesas electorales» más difundida es la de crear más escuelas de tiempo completo, y hacer la escolarización obligatoria desde los 3 años.

Cuando el aumento de la licencia por maternidad (de sólo 2 semanas!!) costó un mundo, y el aumento de horas por lactancia se realizará en forma escalonada durante varios años, para cuidar que no se descompense la estructura empresarial…

Pero de qué estamos hablando????

Es el mundo del revés!!!!

De verdad nos importa más que las empresas pierdan alguna hora de productividad, que el hecho de que todo bebé y toda mamá NECESITAN pasar más tiempo juntos, durante esos meses tan básicos???

De verdad creemos que con poner más horas en la escuela a los niños, saldrán mejor preparados para el futuro??

Alguien puede pensar siquiera, que un adolescente en una cárcel puede recibir alguna experiencia positiva?

 

Yo estoy segura de que no.

Esta es la militancia que yo elegí. Seré una mamá hippie 😉

Nos acompañamos?

 

 

 

4 Comments

  1. excelente Mariel! Somos varias las y los hippies! por suerte!

    1. Gracias Virginia x pasar y comentar! El cambio es a pasitos de hormiga…

  2. Mariel no me canso de leerte, sos tan clara y precisa… Hace rato q me dicen hippie jaja si ser hippie es amar incondicionalmente sin dejarte llevar x las criticas con el fin d formar niños sanos emocionalmente y en consecuencia adultos amables, amorosos, etc., etc. entonces siiii SOY HIPPIEEEE 😉 estoy segura q vamos x buen camino, abrazo desde Argentina

    1. Gracias por compartir! Abrazos

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