La crianza respetuosa no vende

De vez en cuando, recuerdo todavía los primeros meses de mi embarazo. Con qué ilusión compramos la cuna, armamos el dormitorio, buscamos el mejor cochecito!

Como se podrán imaginar, el cochecito es usado para guardar juguetes (o para jugar adentro), y la cuna aún no ha sido estrenada como tal…

La sociedad de consumo nos empuja a creer que necesitamos tantas cosas para criar bien a un bebé…

Qué necesita un bebé?

Lo primero y principal: el bebé necesita a su mamá. Presente y cercana. Una mamá que a su vez cuente con el apoyo familiar y de pareja, para poder dedicarse a su bebé.

Muchas veces pensamos que hay que comprar objetos que apoyen la crianza, algunos incluso muy caros según de qué marcas comerciales. Y sin darnos cuenta, ponemos «afuera» lo que debería pasar por nuestro interior. Es decir, que depositamos en esos objetos, la tranquilidad de que seremos buenos padres si los poseemos.

No estoy diciendo que no haya cosas que resulten útiles. Cada familia define las suyas. Pero son eso, apoyos para una crianza que pasa por otro lado, y no por tener o no lo último en diseño de mamaderas.

El consumo y las publicidades

Es muy interesante analizar el lenguaje de las publicidades para darnos cuenta de esto.

Por ejemplo, recientemente vi una que decía «Si sos de las mamás que se preocupan, seguramente ya sabés que….» y a continuación detallaba las bondades de su último producto.

Obviamente, toda «mamá que se preocupa» (o sea, todas) va a leer el anuncio y probablemente preste mucha atención a ese producto.

Lo que provocan esos mensajes es una falsa ilusión de que comprando esos productos, ya no habrá nada más de qué preocuparse.

Y acá está lo complicado del asunto.

Porque claro está, no le hace daño a nadie (excepto a nuestro bolsillo tal vez) que queramos tener la mejor cuna o la mamadera con el mejor diseño. Pero si al comprarlos, pensamos que con tener eso ya está y nos olvidamos de contactar con las necesidades de nuestro bebé, entonces aquello que supuestamente ayuda… en realidad está haciendo ruido en la comunicación con él o ella.

Los objetos que a mí me ayudaron

Les voy a dejar una lista de las cosas que sí me resultaron imprescindibles, y el por qué tienen «mala prensa» para las tiendas de bebés:

  1. Fular. El porteo fue básico para nosotros, poder mantener a Thiago siempre cerquita y al mismo tiempo hacer nuestras cosas, no tiene precio. Claro, el fular es uno de los portabebés más baratos, y de hecho, se puede hacer fácilmente. Hay tutoriales por todos lados para hacerlos, y también mei tais, bandoleras…
  2. La Teta. Ok, ya sé, no es un objeto, pero lo incluyo porque antes de nacer Thiago había comprado el set de mamaderas más lindo que encontré…. y lo terminé vendiendo sin uso. La teta es gratis, está siempre ahí, a la temperatura justa, sin necesidad de esterilizar, y con los aportes nutricionales exactos. La batería de productos relacionados (calentadores, tetinas extras con distintas medidas, esterilizadores, etc., etc.) es im-pre-sio-nan-te.
  3. Una cama de una plaza común y corriente. La adosamos a nuestra cama y dormimos así en una comodísima cama de 3 plazas 🙂 . Y les puedo asegurar que sale muchísimo más barata que la cuna que sigue sin estrenar…
  4. Pañales de tela. Recién a los 8 meses de Thiago nos animamos, y la verdad, me arrepiento de no haberlo hecho antes. La inversión parece ser alta al principio, pero si la comparamos con lo que se gasta en desechables en los años que el bebé los usa…

Y ya está. Realmente pocas cosas, no?

Qué cosas les resultan imprescindibles a ustedes? Cuáles compraron y se arrepienten? Dejen sus comentarios!

2 Comments

  1. Muy bueno y divertido!! pensando rápidamente, me arrepiento de haber comprado ropa, porque nos regalaron y prestaron un montón… hoy si volviera atrás esperaría a ver en el momento si algo le falta y compraría en tiendas de segunda mano sólo aquello que mi bebé necesita en cada momento (de hecho de ahora en más vamos a hacer eso). También nos arrepentimos de haber comprado papel arroz para los pañales de tela, de verdad no se necesitan, nunca los usamos, porque limpiar la caca es bien fácil… un par de fregaditas, dejamos en remojo con jabón neutro y de noche ponemos en un lavado de 15 min todos los pañales que usó en el día. Ah, me arrepiento también de haber comprado todos los pañales de una, porque familia y amigos te van preguntando con el tiempo «qué necesitan?», y proponerles regalar un pañal de tela está bueno.

    1. Gracias Raquel!! La verdad que sí, uno siempre compra cosas que después no usa, o que le regalan.
      Qué buena idea la de los pañales!!! Lo voy a tener en cuenta 😉

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *