
Como ya he descrito en artículos anteriores, somos mamíferos con cultura. Qué nos vuelve diferentes? El proceso de humanización, de socialización, que se desarrolla a través de los ecosistemas humanos.
Lamentablemente, el proceso que nos hemos dado como sociedad, a través de generaciones y generaciones, ha dado como resultado una cultura (entendiendo como cultura, nuestra forma de ser, estar y pensar-nos en el mundo) que nos escinde de nuestra propia naturaleza.
Dicha escisión, ha traído como una de las consecuencias el desastre ecológico en el que estamos inmersos.
Considero que es un perfil más, de una moneda con muchas caras: la ausencia de contacto con nosotros mismos, con nuestro pulso vital, que es el mismo del planeta y del universo todo.
Cómo revertir este proceso?
El trabajo preventivo que planteo en cada artículo, y que me guía en mi labor, apunta a que el proceso de humanización vaya de la mano con los ritmos naturales de cada nuevo ser que llega a nuestras vidas. De esa forma, creo, estamos apostando a que estos futuros adultos, tengan una mejor «mochila» para tomar la posta.
Todos, en este momento, nos encontramos en una contradicción vital: sentir o no sentir. Vivir vs. sobrevivir. Creamos coraza para defendernos, pero a su vez, nos alejamos de nuestra esencia. Generamos embarazos, nacimientos y crianzas sin contacto.
Todo ello es parte de un proceso circular: carencias afectivas en la crianza-individuo con miedo-odio sadismo-convivencia individualista sometida al poder-salvese quien pueda y no te metas–

La crianza con amor es indivisible del respeto a las demandas instintivas, y al desarrollo de ritmo y autorregulación natural. Es, para mí, el único medio con el que se puede favorecer la maduración sana. Por eso la llamamos «Crianza Autorregulada» o ecológica.
Para poder entrar en este viaje, será necesario mucha energía, conciencia, humildad… y compañía. Nos encontramos?
* Bibliografía consultada: «Reflexiones sobre salud y humanización«, de Maite Sanchez Pinuaga. Publicado en Energía, Carácter y Sociedad. Revista semestral de la Es.Te.R. 1994 – 1995, Vol. 12 y 13, págs. 103-108