En nuestra sociedad, enferma y acorazada, pocas veces el ritmo natural del recién nacido es respetado.
Como ya he explicado, enseguida de su nacimiento se espera que duerma una determinada cantidad de horas, que coma a una determinada frecuencia, y por supuesto, que no llore.
Las intervenciones excesivas e innecesarias en el embarazo, parto y puerperio, vienen ya haciendo ruido en la comunicación de la díada mamá-bebé. Relación ésta, que es clave para el desarrollo posterior.
Es por ello que desde la perspectiva reichiana, la prevención se enfoca en estos primeros tiempos, en proteger o recuperar la autorregulación en el desarrollo de la fase oral.
Qué es la fase oral?
Se trata de una fase del desarrollo humano sano. Fase importantísima por las bases que asienta.
Durante la fase oral, el bebé es pura demanda: de leche, de piel, de contacto.
Es obvia la asociación de esta fase con la lactancia, pero no es lo único importante aquí. La capacidad de contacto energético, emocional, de piel con piel… la potencialidad de fusión mamá-bebé, son los elementos básicos.
Y claro, en una sociedad donde la norma es el miedo al contacto… las cosas pueden ponerse un poco difíciles.
Desde los pediatras, abuelos, vecinos… serán pocas las voces que digan «confiá en tu bebé, él está sano, sabe lo que necesita». Más bien, lo que surgirá serán intentos de control: pesa lo adecuado? Mide lo que debe? Toma «demasiada» teta? Llora más de la cuenta?
Lo que se intenta controlar es aquello que no se entiende, aquello a lo que se teme: la vida pulsando en todo su esplendor.
Se le tiene miedo, porque se ha perdido el contacto. Le huimos al contacto, porque nos muestra el dolor que guardamos.
No soportamos el llanto del bebé, porque se parece demasiado al que tuvimos que reprimir.
No toleramos la demanda inacabable, porque nuestra propia demanda insatisfecha nos hizo cerrarnos a ella.
Alimentamos el mito de que «los bebés sólo comen y duermen», porque no podemos ver la vida en movimiento. La vida viva.
Las «reglas» impuestas desde fuera, sólo sirven para anular la individualidad. La de ese bebé, y la de la díada única e irrepetible que forma con su mamá.
No me cansaré nunca de repetir esto: si no hay interrupciones, intervenciones innecesarias, el desarrollo tiende naturalmente hacia la salud. Cada organismo puede pulsar de forma autorregulada… si lo dejamos.
Por ello, en el trabajo con enfoque preventivo, lo más importante es salvaguardar o recuperar la capacidad de contacto entre mamá y bebé.
Que al alzar la mirada, ese bebé se encuentre con otra mirada, que lo bañe de amor y reconocimiento.
Que sea tocado cuando y como lo necesite.
Que sea cargado, alzado, consolado en el momento adecuado.
Cuándo comienza la fase oral?
Dentro del continuum de la vida, iniciada en la concepción, la fase oral comienza ya en la vida intrauterina, para extenderse hasta la fase genital infantil, entre los 3 y los 5 años.
Tenemos entonces tres períodos distinguibles:
- la Fase oral primitiva, desde la vida intrauterina hasta las primeras semanas post-nacimiento.
- la Fase oral primaria, que se enlaza con la anterior y llega hasta los 10-12 meses, cubriendo todo el período de exterogestación.
- la Fase oral secundaria, desde el año hasta llegar a la Fase genital.
Qué función cumple la oralidad?
Oralidad significa que la boca y las zonas adyacentes, son las principales fuentes de contacto y placer.
Estamos hablando de carga y descarga energéticas. Estamos hablando de autorregulación. De sexualidad.
Cuando trabajo en una asesoría de lactancia, siempre recuerdo a las familias que la teta no es sólo alimento. Es piel, es fusión, es contacto placentero.
A través de la boca, y luego la coordinación con los ojos, el bebé conoce y estructura todo su mundo.
* Bibliografía consultada: «La oralidad como proceso psicoafectivo» de Yolanda Gonzalez Vara. Publicado en Energía, Carácter y Sociedad. Revista semestral de la Es.Te.R. 1994-1995, Vol. 12 y 13. Págs. 141 – 151
que lindo es leerte Mariel!
Gracias Yessica! Disfruto mucho escribiendo 🙂
Hola! Vengo leyendo todo y me encanta! Gracias! Hay una cuestión en esto de la oralidad que me genera dudas y me angustia un poquito…No pretendo que lo resuelvas pero quizás me tires algo que ayude, o quizás alguna consulta que podamos coordinar..Mi hija dejó la teta a los 13 meses casi de un día para otro. Lo traté como huelga de lactancia e hice todo lo que pude para retomar pero no volvió a tomar (ahora tiene 18 meses). Ella ni siquiera quería mi leche en vaso y hasta ahora no le gusta ningún tipo de leche, sólo yogurt. Siempre comió mucho y lo disfruta, se nota. Mi duda es que pasa en estos casos…cómo hacer a pesar de que dejó la teta, que continúe de forma natural esta fase tan importante ¿ me explico? Nosotras mantenemos mucho contacto, brazos , colecho, porteo. Las siestas tb las dormimos juntas. No usa chupete. He observado que tuvo una especie de «retroceso» con el tema de ponerse cosas en la boca. Lo había dejado bastante y ahora volvió. Gracias por leerme. Abrazo
Hola Leticia! En primer lugar te pido disculpas por la demora en responderte, el nacimiento de mi hija me ha alterado algo la vida jeje.
Sobre tu consulta, la oralidad no pasa solo por la teta. Coincido contigo en que un destete espontaneo tan precoz es poco frecuente. Pero como vos misma mencionas, ella misma busco formas de seguir disfrutando al poner cosas en su boca. Yo no me preocuparia y seguiria disfrutando del contacto y apego tal y como hasta ahora. Un abrazo!
Hola 🙂 me parece muy interesante y clarificadora tu página web, pero leyendo el artículo no acabo de entender una cosa. Podrías ayudarme?
A qué te refieres con «No toleramos la demanda inacabable, porque nuestra propia demanda insatisfecha nos hizo cerrarnos a ella».
¿Dado que vivimos negando nuestras necesidades, no toleramos las demandas del bebé?
HOla Edgar!! Exactamente eso es lo que observo, si. Ser testigos de la demanda del bebé nos hace enfrentar con nuestra propia demanda insatisfecha. Saludos!