familia, el tercer ecosistema

El tercer ecosistema: Familia

familia, el tercer ecosistema

El pasaje al tercer ecosistema, la familia, se da naturalmente cuando el niño va dejando de necesitar a su madre de forma tan «absoluta», por así decirlo.

Esto no quiere decir que a los tres años se vayan a vivir solos 😉

Por supuesto que siguen necesitando a mamá. Pero ya esa necesidad se da desde otro lugar.

Si el transcurso por los anteriores ecosistemas fue adecuado, respetuoso de los ritmos del niño, encontrando todo lo necesario para su desarrollo… el pasaje será igualmente armonioso y fluido.

 El fin de la díada mamá-bebé

El proceso evolutivo del bebé, apunta naturalmente a la individuación. A ser un sujeto, con sus deseos, sus opiniones, sus emociones… Cada etapa que se va cumpliendo marcha en esa dirección.

El primer gran hito es la famosa Angustia del octavo mes, en donde alcanzan la capacidad de comprender que son un organismo diferente de su mamá.

Luego viene la adquisición de la marcha, el lenguaje, las primeras rabietas, el control de esfínteres… Todos son pasos hacia su independencia.

El destete, si es regulado por el niño, también marcará un gran paso.

El rol del papá

El padre comienza a ganar en «importancia», a través de los juegos, del acompañamiento en su curiosidad… Las vivencias placenteras, la descarga física y emocional, ya no pasan sólo por la fusión con mamá y la teta.

Es una etapa maravillosa para toda la familia. El niño comienza a abrirse, gradualmente, a la vida «social». Y la familia es la vía regia para mostrársela.

El trabajo en prevención

Las intervenciones preventivas, apuntarán en esta etapa a preservar el camino de autorregulación del niño. Acompañando todas estas formas de separación que no siempre son fáciles de sustentar, desde nuestras propias corazas.

Comprender los berrinches como etapa necesaria para su individuación, respetar los «NO!» que el niño expresa, ayudarlo a entender sus emociones y aceptarlo tal como es.

También, acompañar y estimular los cambios del niño que se dirijan hacia el «afuera». Juegos con otros niños cuando así lo desee, respetar la aparición de la curiosidad sexual…

Apoyar a los papás, en definitiva, para que puedan a su vez apoyar y disfrutar de la evolución de su hijo, más allá de mitos y constricciones «sociales». Y siendo concientes, también, de sus propias corazas y cómo pueden interferir -o no- en este proceso.

En próximos artículos me dedicaré más puntualmente a estos hitos de desarrollo. Estate atento! Y no te olvides de suscribirte al boletín de noticias!

3 Comments

  1. Muy buen articulo!, sobre todo la parte de la prevencion me parece clave! Y soy testigo desde mi propia experiencia como madre que respetando sus tiempos naturales, y acompañandolos en el camino de su propio descubrimiento es real que todo se da de forma natural y armoniosa…si se puede, solo hay que estar dispuesta a la entrega plena y a pulsar con el ritmo de la vida misma!

    1. Gracias Flor! Qué lindo que puedan vivirlo así!!

  2. […] ya mencioné, en un desarrollo que discurre natural y fluidamente, el bebé-niño comienza a separarse de la […]

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