Hoy les propongo reflexionar y cuestionar conceptos que muchas veces aceptamos de una, sin pensarlo mucho.
El porteo, es necesario?
Ya sé que suena raro que yo, una Asesora de Porteo, me lo pregunte.
Pero es que me parece interesante hacer el ejercicio, para traer un poco de historia y pensar sobre por qué hacemos lo que hacemos 😉
Qué es el porteo?
El porteo es una práctica, 100% humana, que nos permite cargar a nuestros bebés usando alguna herramienta -el portabebé- para dejar nuestros brazos y manos libres.
Desde el inicio de los tiempos el hombre ha porteado a sus crías. Luego volveremos sobre este punto.
Qué es el porteo ergonómico?
La ergonomía es una disciplina que estudia todas las tareas realizadas por el hombre. Evaluando diversos factores -físicos, biomecánicos, etc.- intenta lograr su objetivo: que realizar la tarea implique el mínimo posible de estrés para las articulaciones y músculos de quien la realiza.
En el porteo tenemos la particularidad de que hay dos personas involucradas: porteador y porteado. Y éste último ademas, es un ser en desarrollo, así que sus articulaciones y musculatura están en evolución y sus necesidades cambian con el tiempo.
Por eso insisto siempre en que no es lo mismo portear con una colgona o con un portabebé ergonómico. Luego volveré sobre esto también.
El porteo, es necesario?
Volvamos entonces a nuestra historia. Aunque para nosotros parezca muy lejano, en realidad hace muy poquito que fuimos primates. Mamíferos, cargadores, cazadores-recolectores.
A diferencia de nuestros parientes de la foto, habíamos perdido el pelaje corporal; el bebé no tenía de dónde agarrarse (aunque el bebé humano aún nace con el reflejo de prensión bien activo!). Pero las necesidades seguían siendo las mismas: trasladarse, cazar, recoger alimentos, huir de los depredadores. Así que bien pronto, a alguno de nuestros tatarabuelos se le ocurrió usar una liana o un trozo de piel de animal para sostener al bebé contra su cuerpo y poder seguir con sus tareas sin arriesgar la continuidad de la especie.
En esa época, el porteo se convirtió en una tarea de supervivencia. Los bebés nacían muy inmaduros, la vida tenía que seguir su producción, y dejar a las crías en el suelo era exponerlas a los depredadores.
Actualmente…
Es más que obvio que ya no necesitamos cargar a nuestros hijos para sobrevivir. No hay leones cerca que se roben al bebé ni necesito correr atrás de un ciervo para alimentarme.
Pero los bebés siguen naciendo igual de inmaduros. Luego de los 9 meses intraútero, atraviesan otros 9 meses, aproximadamente, antes de poder gatear y por lo tanto moverse a voluntad. Es la etapa de exterogestación.
Así que estrictamente hablando, el porteo no es necesario.
Pero sí es necesario sostener a nuestro hijo en brazos. Seguimos siendo primates cargadores. La información genética con la que nacemos sigue siendo casi la misma.
Nuestros bebés no necesitan de la mejor mochila del mercado, el fular de 7000 euros o la bandolera con hilos de seda salvaje. (Sobre por qué los portabebés se convierten también en objeto de deseo y de consumo, no me voy a referir hoy).
Lo que todo bebé humano NECESITA es a sus padres -y principalmente, a su madre- disponibles. Contacto y teta. Listo, nada más.
Pero… nuestro modo de vida y la cultura en la que vivimos no hace esto muy fácil. Como seguro ya lo hemos comprobado.
Así que es probable que, si intentamos llevar una crianza respetuosa de los ritmos y necesidades del bebé… sintamos que el porteo es una herramienta necesaria. Al igual que nuestros antepasados, necesitamos seguir produciendo nuestra vida, con manos libres, mientras le damos al bebé la cercanía y el sostén que necesita.
Y mientras lo hacemos… seguramente descubramos que al bebé también le reporta beneficios: muchos bebés lloran menos, sufren menos de cólicos, etc. Pero tengamos claro que lo que logra eso no es el portabebé: es el contacto que le dimos al portear.
Ya que porteamos… hagámoslo bien
Volviendo, entonces, a la ergonomía.
Ya que vamos a llevar a nuestro hijo con nosotros, diariamente, un rato o varias horas. Busquemos un portabebé ergonómico y seguro.
De nuevo, no hace falta gastar un dineral, sino informarse de lo que se necesita para respetar las pautas de ergonomía y seguridad. Como digo siempre, muchas veces rendirá más invertir en una asesoría de porteo para asegurarnos de usar correctamente la herramienta, que gastar en la súper mochila de marca pero no usarla de forma adecuada.
(Pincha en la imagen para ver más info sobre la asesoría)
Si no podemos gastar en la asesoría… busquemos info, acerquémonos a talleres, abramos la cancha… seguro que más cerca de lo que pensás -aunque sea virtualmente- hay alguien que te puede ayudar.
Feliz porteo!
Save
Muy claro! Yo me dejé hacer el ejercicio también y mi conclusión fue similar, en sí el porteo no es imprescindible, en tanto que el uso de un portabebé, pero sí en tanto que contacto y disponibilidad.
Personalmente, considero que usar un portabebé me ha facilitado mucho el sostén de mi hijo, en el doble sentido de la palabra! Mejor que los brazos solos, cuando era muy chiquito íbamos apretaditos como si aún hubiera panza. Y más ergonómico!!!
Gracias por mover pensamiento una vez más 🙂
Gracias a vos por participar del ejercicio!!
Lo que he descubierto porteando a mi gordo desde el día uno, literalmente, es que más allá de las manos libres el porteo es una forma de estar, de existir en este mundo con mi bebé, así tal como suena, es una forma más confortable, segura, de compartir el mismo aire me atrevo a decir. Sentir el mundo desde un lugar compartido. Me es imprescindible el fular, no tenemos cochecito, así que imagínense, diariamente nos recorremos varias cuadras, además!
Hermosa forma de describirlo!! Gracias por compartir!!