Lactancia Materna
La Lactancia Materna ha pasado por muy diferentes etapas en la historia de la humanidad. Durante el siglo XX, la influencia de la publicidad, los avances industriales, y los cambios sociales a velocidad astronómica (ingreso de la mujer en el sistema laboral, aparición de la pastilla anticonceptiva que hizo más fuerte la falsa dicotomía mujer/madre, etc.), hicieron que muchas de las que hoy somos madres, no tuviéramos historia de lactancia en nuestras familias para tomar como referencia.
De modo que, cuando nace nuestro hijo, tenemos en el mejor de los casos (si la buscamos antes), un montón de información, pero muy poco que nos ayude a contactar con ese bebé que berrea de hambre.
Cómo enfrentar los problemas en la Lactancia?
La Lactancia Materna es una forma de crianza, más allá de la alimentación.
O sea, tal vez sepamos bien que la leche materna es lo natural, lo que la naturaleza crea para nuestro bebé. Pero debemos sumar a eso, la necesidad implícita de estar disponibles.
Dar de mamar es poner el cuerpo de la forma más extrema, salvaje y feroz. Es estar dispuesta a estar horas en la misma posición. A «pelar» las tetas en cualquier lugar y situación. No importa si ya tomó hace 15 minutos. Nuestro bebé nos necesita, y esa demanda intensa e interminable puede ser realmente agotadora.
Así que, más allá de cuestiones prácticas -acople, posiciones, grietas, mastitis, etc.-, lo que se necesita para enfrentar los problemas en la lactancia es una red. Una red que sostenga a esa mamá en absolutamente todo lo que necesite, para así ella poder dedicarse a permitir que la leche fluya.
No me cansaré nunca de repetir esto. Es necesario que todos, ya seamos pareja, familia, vecinos, amigos, o la sociedad que rodea a esa mujer, tengamos noción de nuestro rol como sostenedores de su lactancia.
Cómo enfrentar problemas específicos de Lactancia
Cuáles son los problemas más frecuentes?
Lo más frecuente es enfrentar problemas «mecánicos». Es decir, problemas relacionados a la remoción insuficiente de leche, ya sea esto por un mal acople del bebé, una mala posición, o dificultades anatómicas específicas.
Estos problemas pueden generar obstrucciones por la remoción insuficiente, además de que el bebé nunca logra completar su mamada. Es una cadena que lamentablemente, termina muchas veces en la indicación de lactancia artificial, acarreando entonces una sensación de frustración e inadecuación en esa mamá que sí deseaba amamantar.
Un mal acople puede generar también dolor y grietas en el pezón.
Ante cualquiera de estas situaciones, entonces, lo importante es mantener la calma, asegurar a esa mamá que sí podrá alimentar a su bebé, que no hay nada malo en ella o en su leche. Y buscar información, o pedir ayuda de alguien con datos actualizados sobre lactancia. Una Promotora de Lactancia, una Enfermera con formación en el tema, una Doula…
Alguien que, ante todo, se acerque con respeto y afecto a esa familia.
Te sucede o sucedió algo como esto? Podés dejarme un comentario o contactarme a través de este formulario! Estaré muy feliz de ayudarte!